Es absolutamente normal en
esta época de “crisis” ver a la mayoría de la gente completamente estresada,
con sus mentes fuera del momento presente,
y enfocadas hacia un futuro incierto marcado por los designios de una
sociedad errante, decadente, corrupta y estúpida.
Basta poner un simple
telediario de los que “curiosamente” se emiten a la hora de la comida, para
saber de que estoy hablando. Con cada
cucharada de comida el número de tragedias oscila entre tres y cinco mil… lo
que supone que al final de la comida nos habremos engullido unos cientos de
muertos, varias violaciones, una docena de guerras y como no… nuevos +casos de
corrupción que nos llevan a pensar en la política de:” sálvese el que pueda” como medio de sobrevivir en el maremagno
actual, y ahí se encuentra la humanidad, en el contrapunto entre su afán de
enriquecerse como medio de escapar de las desgracias y el saber con certeza que
eso no es lo primordial…
Es absolutamente normal en esta época de “crisis” ver a la mayoría de la gente completamente estresada, con sus mentes fuera del momento presente, y enfocadas hacia un futuro incierto marcado por los designios de una sociedad errante, decadente, corrupta y estúpida.
Basta poner un simple telediario de los que “curiosamente” se emiten a la hora de la comida, para saber de que estoy hablando. Con cada cucharada de comida el número de tragedias oscila entre tres y cinco mil… lo que supone que al final de la comida nos habremos engullido unos cientos de muertos, varias violaciones, una docena de guerras y como no… nuevos +casos de corrupción que nos llevan a pensar en la política de:” sálvese el que pueda” como medio de sobrevivir en el maremagno actual, y ahí se encuentra la humanidad, en el contrapunto entre su afán de enriquecerse como medio de escapar de las desgracias y el saber con certeza que eso no es lo primordial…
Lo esencial además
curiosamente es gratis, por que no es más que la vida misma sucediendo, el
cuerpo sin mente respirando en acción, fluyendo a cada instante sin ataduras,
sin miedos, sin prejuicios, regustándose a sí mismo por el mero hecho de “SER”
aquí y ahora lo que representa la máxima meta a la que puede aspirar un “ Ser
humano”, y desde esa posición de plenitud relacionarse con los demás para crear
armonía de vida en este planeta.
Pero ya se encarga esta
sociedad de ponernos las pegas necesarias para que nadie llegue a darse cuenta
de esta simple verdad.
Esta sociedad lo que pretende
a través de los estamentos establecidos es manipularnos desde que nacemos para
que nos convirtamos en unas ovejas buenas, obedientes, manipulables, y sobre
todo muy trabajadoras.
Observen como está el asunto,
los padres trabajan los dos por lo que los niños, en el caso de que se tengan,
deben de dejarse en manos de los abuelos (ya de por sí estresados) o lo que es
peor en manos de extraños en una guardería donde el niño comenzará a sufrir el
síndrome del “abandonado” llenándose de problemas que curiosamente antes no
padecía.
Los maestros son privados de
su autoridad al igual que los padres, con lo cual ese niño abandonado y ya
resabiado camina sin límites por los derroteros de la vida y se hace con el
poder ilimitado de hacer lo que le de la gana pues sabe perfectamente que no
encontrará castigo alguno superior al dolor que ha ido sufriendo durante su
crecimiento. Dolor, sí dolor, dolor de crecer sin la compañía de sus padres, de
verles estresados, mal humorados y cansados, dolor de ver como estas
situaciones llevan a trágicas separaciones que ellos viven en primera persona,
dolor de ver el hogar aniquilado lo que les lleva a buscarse un refugio seguro
en el grupo de amigos, o de una banda, dolor de ver como esta sociedad no les
ofrece nada de nada aunque lo parezca, y lo que no podemos olvidar es que los
niños de hoy son los adultos del mañana y si no cuidamos la educación de estas
generaciones incipientes jamás terminaremos con el problema base.
No voy a extenderme en el
desasosiego general por la falta de trabajo digno, de perspectivas de futuro,
de la simple ilusión, la gente ahora
mismo está desilusionada y muy decepcionada, y cada uno trata de sobrevivir
como puede, jugando lo mejor que sabe las cartas de la vida.
Desde aquí nada más pretendo
que nadie se olvide de que la vida no tiene que ver con nada ni con nadie,
simplemente es el fluir del universo a través de todas las formas manifiestas y
esto amigos míos no deja de ocurrir nunca, estemos tristes, alegres, seamos
ricos, pobres, altos bajos da igual, la vida se puede recuperar en un instante,
pues nunca se pierde y afortunadamente no depende del estar ni del parecer, sino
de darnos cuenta de que simplemente somos seres humanos en movimiento, que
sienten con el corazón y se realizan en sus acciones.
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