viernes, 27 de septiembre de 2013

BARRA LIBRE

BARRA LIBRE:SIRVASE USTED MISMO

Es interesante en esta época del año sacar rápidamente la entrada para ir a la fiesta de fin de año, eso si, siempre que esa entrada de derecho a consumir en la modalidad de barra libre…Lo que jamás podríamos imaginarnos, es que desde el mismo momento en que nacemos y llegamos a este planeta, estamos abocados a la barra libre obligatoria y sin medida alguna, pues todo eso que inocentemente vamos pensando segundo a segundo va tomando cruda realidad y si no se lo creen hagan la prueba: apunten durante tres días en un diario todo lo que piensan y guárdenlo para leerlo unos días después, verán que sorpresa les espera..., podrán comprobar como todo eso que piensan ustedes, refleja perfectamente lo que les ocurre en su vida cotidiana a todos los niveles.


Eso siempre funciona así puesto que nuestro cerebro crea la realidad que percibimos en base al programa que nosotros le metemos con nuestros pensamientos. Si nos levantamos y pensamos: hoy va a ser un día siniestro, no se preocupen, “BARRA LIBRE” así será, recibiremos desde las primeras horas de la mañana todo el mal que previamente hemos programado, y al sufrirlo encima diremos:” si ya sabía yo que la cosa pintaba fea hoy…” claro, claro que lo sabía y aún sabiéndolo no hice nada para cambiarlo.

Al llegar aquí a la tierra  a todos nos entregan una visa que pone: “barra libre, sírvase usted mismo de lo que quiera y donde quiera” el universo estará encantado de suministrarle gratuitamente y por el tiempo que usted tenga a bien a permanecer en este bonito y maravilloso planeta, de todo lo que usted piense a cada segundo, sin límites. Una vez nos hacemos con la tarjeta vamos pululando con ella de un sitio a otro gastando sin cesar en todos los negocios que encontramos en la vida.

Hala, que me acerco a la barra del mal rollo, venga póngame diez copas, y como veo que aún no sufrí suficiente me pido otras diez, como total, es gratis porqué no. Luego otro rato se me ocurre acercarme a la del cabreo y pido una olla entera para estar y sentirme fatal todo el día, pensando que este mundo es una mierda y a ver sí me cambian al político de turno, porque, claro a alguien hay que echarle la culpa de estar mal. A continuación voy y como no tenía bastante me meto en el local de la culpa y la autocompasión donde con el buche bien lleno de las copas y la olla de antes, trato de reventar a vida o muerte pues ya por este día no me cabe más, pero no importa haré el esfuerzo, me pondré una cincha que me sujete bien la tripa y venga barra libre que es gratis, y voy me pido la especialidad de la casa: una buena culpa cocida con su sopita y para terminar la jornada gastronómica un buen postre, que para el dulce siempre queda sitio. Tarta de la casa realizada con un poquito de depresión, angustia y miedo, y todo él, aderezado con unas gotitas de lagrimín semiseco no vaya a ser.. Y ahí nos lo traen ya, si es que da gusto, no hay más que pedir y toma, en el acto te cae encima como este fantástico pastel que cierra un día normal y corriente de pedidos inconscientes.

MORALEJA: Si vigilan lo que piensan, y cambian lo que no les gusta, recibirán siempre lo adecuado, si por el contrario no lo hacen ya saben BARRA LIBRE…          


                                         LUIGI

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